Probablemente los contemporáneos de Julio Verne o, más acá en el tiempo, nosotros mismos como lectores de la revista “Muy Interesante” jamás hubiéramos imaginado a esas lecturas como otra cosa que no fuera una muy buena ciencia ficción.
La actualidad nos marca una brecha casi inexistente entre aquello que parecería “ciencia ficción” y la realidad. Podría decirse que la realidad real y la realidad virtual conviven en el marco de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Basta imaginarse algo para que el ingenio del hombre lo plasme en forma de producto tecnológico y ese tiempo entre la idea y el producto sea cada vez más insignificante.
La frase “lo único permanente es el cambio” atribuida a Heráclito, cobra cada vez más fuerza y pone en discusión lo estático que resulta el sistema educativo en este sentido.
Los cambios en educación son extremadamente lentos con respecto al resto de los cambios sociales y como si esto fuera poco, un aspecto que influye negativamente para que esto suceda, es lo que yo llamaría “inercia docente”, un concepto tomado de la Física para significar la resistencia al cambio o, lo que es lo mismo, la capacidad para permanecer en un sistema educativo marcado fuertemente por la Modernidad.
Lo cierto es que las NTIC's nos marcan el ritmo de cambio y resistirlas significa negar una nueva forma de “aprender a aprender”, que es en definitiva, según Edgar Morin, uno de los pilares de la “Educación del futuro”.
El siguiente video, aunque en inglés, demuestra que los avances tecnológicos están cada vez más cercanos a la “ficción” y de que manera los mismos pueden contribuir en el proceso de aprendizaje.