jueves, 29 de septiembre de 2011

NTIC's y Educación.


Probablemente los contemporáneos de Julio Verne o, más acá en el tiempo, nosotros mismos como lectores de la revista “Muy Interesante” jamás hubiéramos imaginado a esas lecturas como otra cosa que no fuera una muy buena ciencia ficción.
La actualidad nos marca una brecha casi inexistente entre aquello que parecería “ciencia ficción” y la realidad. Podría decirse que la realidad real y la realidad virtual conviven en el marco de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Basta imaginarse algo para que el ingenio del hombre lo plasme en forma de producto tecnológico y ese tiempo entre la idea y el producto sea cada vez más insignificante.
La frase “lo único permanente es el cambio” atribuida a Heráclito, cobra cada vez más fuerza y pone en discusión lo estático que resulta el sistema educativo en este sentido.
Los cambios en educación son extremadamente lentos con respecto al resto de los cambios sociales y como si esto fuera poco, un aspecto que influye negativamente para que esto suceda, es lo que yo llamaría “inercia docente”, un concepto tomado de la Física para significar la resistencia al cambio o, lo que es lo mismo, la capacidad para permanecer en un sistema educativo marcado fuertemente por la Modernidad.
Lo cierto es que las NTIC's nos marcan el ritmo de cambio y resistirlas significa negar una nueva forma de “aprender a aprender”, que es en definitiva, según Edgar Morin, uno de los pilares de la “Educación del futuro”.
El siguiente video, aunque en inglés, demuestra que los avances tecnológicos están cada vez más cercanos a la “ficción” y de que manera los mismos pueden contribuir en el proceso de aprendizaje.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Celulares en las escuelas.


La primera manifestación de NTIC's en el aula fueron, sin duda, los teléfonos celulares. Estos irrumpieron masivamente y casi no existe hoy, estudiante que no posea uno de ellos.
El costo relativamente accesible y la creación del deseo por tenerlo -debido a su valor de signo- han posibilitado que los adolescentes y jóvenes sean la franja etaria que mayor uso hace de ellos.
La aparición de los celulares en la escuela generó un debate interesante. La primera reacción desde los adultos fue la prohibición total aduciendo distintas razones.
Quiero detenerme en una de ellas y es la que argumenta que el celular es un elemento a través del cual puede copiarse en una evaluación escrita debido a la facilidad de comunicación con el exterior y a la capacidad de almacenar información escrita.
Sabemos, aquellos que tenemos algunos años en la docencia y que hemos sido alumnos en distintas etapas de nuestras vidas, que la copia en las evaluaciones escritas es tan “vieja” como la tecnología misma.
El celular, visto como artefacto para copiar, es sólo un elemento más de tantos, a los que el hombre le ha encontrado esta función.
El problema estaría dado por lo que se solicita que el educando haga en la evaluación. Si la misma se basa en la recordación de información es muy probable que el celular represente una ayuda inestimable, mientras que, si por evaluación entendemos un proceso de construcción del conocimiento en si mismo, en el cual el educando debe “producir” y no “transcribir”, el celular o cualquier otro artefacto le serán de poca utilidad si no existe un proceso mental mediante.
En síntesis, el celular no sería el problema, sino la manera en que se plantea la evaluación. Entonces este argumento no sería valido para la prohibición en los salones de clase.
Las otras razones que se argumentan para su prohibición, tienen que ver más con los valores que debemos trabajar los docentes sobre su uso.